Galletas de mantequilla sin huevo

Estas galletas me recuerdan a unas que nos compraba mi madre cuando eramos pequeños y que se llamaban "botones". Venían en un bote de plástico trasparente con la tapa amarilla o verde y eran unas galletas redonditas y pequeñas, como botones. ¿Sabéis cuáles os digo? A mi hermano y a mí nos gustaban tanto que mi madre tenía que dosificarlas para que no las acabaramos al momento.

El caso es que encontré esta receta, al azar, en un libro que me trajo mi hermano cuando estuvo en Malta y que se llama "How to make cookies" (la autora es Catherine Atkinson). Concretamente son unas galletas tipo "shortbread", típicas de Escocia y en general Reino Unido, que se caracterizan porque se hacen con una parte de azúcar, dos partes de mantequilla y tres partes de harina. Esta proporción les da una característica textura que hace que se desmigajen. Están buenísimas y, además, al no llevar huevo, son aptas para los alérgicos al huevo. ¡Todo son ventajas!

RECETA

* Ingredientes para unas 20 galletas pequeñas (12 galletas grandes):

50 g de azúcar glass
100 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
150 g de harina
un poco de azúcar para decorar

- Precalentar el horno a 200º C.
- Batir el azúcar con la mantequilla hasta que nos quede una cremita y la mantequilla haya blanqueado. En verano podemos batir fácilmente con una cuchara de madera pero, en invierno, cuando la mantequilla está más dura, es mejor que utilicemos unas varillas eléctricas.
- Incorporar a la mezcla anterior la harina poco a poco y, trabajar con la cuchara de madera. Cuando veamos que la masa se hace difícil de trabajar seguir amasando con la mano. Continuar hasta obtener una masa bien integrada que no se peque a las paredes del bol ni a las manos.
- Para dar forma a la galletas existen multiples opciones. Podemos hacer bolitas, espolvorearlas con un poco de azúcar y luego aplastarlas ligeramente, podemos usar cortadores o podemos utilizar moldes de silicona como he hecho yo. Si utilizamos moldes de silicona: espolvorearlos con un poco de azúcar, llenar cada hueco con masa y, dejar reposar en la nevera durante media hora (o si tenemos prisa, en el congelador durante 5 minutos) para que sea más fácil desmoldarlas sin que pierdan la forma.
- Colocar sobre una bandeja de horno cubierta con papel liofilizado y hornear a 200º C, calor arriba y abajo, durante 10-12 minutos. Tienen que quedar ligeramente doraditas por los bordes.

Aclaración

- Es importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente para que sea fácil de trabajar. En verano, como hace más calor, podremos trabajar la mantequilla con una cuchara de madera pero, en invierno quizá necesitemos unas varillas eléctricas para integrarla con el azúcar glass.
- Los moldes que he utilizado son moldes de silicona para cubitos de hielo que me regaló mi madre y que compró en una tienda de los chinos. También los he localizado aquí. De todas formas, os sirve cualquier molde de silicona para cubitos, bombones... Es conveniente que una vez que rellenemos las cavidades con masa, las dejemos reposar en la nevera (o congelador) durante unos minutos para que sea más sencillo desmoldarlas y no pierdan la forma. Si utilizáis cortadores lo mejor es colocar la masa entre dos hojas de papel liofilizado, extenderla con un rodillo hasta que tenga el espesor deseado, dejar reposar la masa extendida en la nevera durante unos 30 minutos y luego coratarla con los cortadores.

Dificultad:

Baja

Tiempo de preparación:

15 minutos preparar la masa + 5 minutos formar las galletas + 30 minutos reposo moldes en la nevera (este paso es sólo si utilizáis moldes de silicona o cortadores de galletas) + 10 minutos para hornear las galletas. Total: casi una hora.

Puntuación: 8,5